viernes, 5 de junio de 2015

Valoración del paciente y su familia.

El diagnóstico de la enfermedad de ELA implica que el equipo multidisciplinar que la vaya a tratar atienda, apoye y acompañe tanto a la familia como al enfermo durante todo el proceso de la patología.

La intervención que reciba la persona enferma estará determinada por su situación clínica, en función de esta, dicha intervención puede llevarse acabo en el ámbito hospitalario o en el domicilio del enfermo.

Atención de enfermería.

El objetivo planteado desde este ámbito es identificar el tipo de ayuda que requieren tanto el paciente como sus familiares con el fin de planificar la intervención.

Para ello habrá que valorar la respiración, la alimentación, la eliminación de sustancias , el nivel de actividad diaria, la comunicación, la capacidad de autocuidado del paciente y el estado emocional del paciente y la familia


  • Valoración de la respiración

 La enfermera tiene que estar atenta a los síntomas y signos que indican un deterioro de la
función respiratoria, principalmente de la disnea, de la ortopnea, de la somnolencia,
de la disminución del nivel de alerta, de los edemas maleolares,la taquipnea y de la participación de los músculos accesorios y, con igual importancia, de las dificultades para expulsar las secreciones respiratorias.


Patrón respiratorio

Tipo de respiración y nivel de   profundidad, frecuencia
respiratoria, signos de dificultad respiratoria
(disnea, aleteo nasal, aumento del trabajo
respiratorio, utilización de músculos accesorios,
ventilación paradójica, cianosis).


Auscultación pulmonar

Disminución del murmullo


Permeabilidad de la vía aérea

Presencia de secreciones, tos, capacidad para
expectorar.


Nivel de conciencia

Cefalea, confusión, intranquilidad, nerviosismo.


Tolerancia a la actividad

Grado de fatiga en la realización de las AVD.


Descanso/sueño

Ortopnea, despertares nocturnos, pesadillas,
somnolencia diurna, sueño no reparador

Estilo de vida

Consumo de tabaco.

Entorno
Ambientes contaminantes: humo, sequedad del
aire, temperaturas inadecuadas

Nivel de conocimientos


Manejo del ventilador y sus accesorios. Manejo
de las técnicas de tos asistida. Cuidados de la traqueostomía.



  • Valoración del estado alimenticio:
La debilidad y falta de coordinación de la musculatura que interviene
en la deglución hará que el paciente de ELA tenga dificultad para masticar y tragar los alimentos. La disfagia y la salivación excesiva repercutirán en una correcta
alimentación y un adecuado estado nutricional. Debido a esto es frecuente en los pacientes con ELA s la pérdida de peso y la malnutrición.


Índice de Masa Corporal
(IMC)


IMC = Peso en Kg/ (Talla en metros)2

  •             20 – 25 peso normal
  •             16 – 20 peso inferior al normal
  •             < 16 malnutrido



Estado de la piel y mucosas

Grado de hidratación (presencia de pliegue cutáneo),
integridad, coloración, temperatura.


Dieta

Tipo de alimentos, textura, número de tomas/día.


Apetito


Cantidad de alimentos.

Líquidos


Tipo y cantidad de líquidos.

Preferencias


Alimentos y líquidos que le gustan y que rechaza.

Capacidad para deglutir

Grado de disfagia (líquidos y/o sólidos).


Síntomas


Sialorrea, náuseas, vómitos.


Dificultades motoras

Manejo de los utensilios para comer, ayudas técnicas
que precisa

Estilo de vida


Preparaciones culinarias habituales.

Entorno

Apoyo del cuidador, recursos económicos.


Nivel de conocimientos

Conocimiento sobre el valor energético de los
nutrientes y elaboración de una dieta equilibrada.
Manejo de la sonda nasogástrica y equipo de nutrición
enteral.



  • Valoración de la eliminación de sustancias:
Aunque la ELA no suele alterar el control nervioso de los esfínteres responsables
de la eliminación vesical y/o intestinal estos pueden verse afectados.



Patrón de eliminación
intestinal


Frecuencia y hora del día a la que suele defecar.
Características de las heces.
Cambios recientes en el patrón habitual.
Molestias o problemas en la defecación (dolor, flatulencia
excesiva, estreñimiento, diarrea, incontinencia).
Uso de ayudas para la evacuación (laxantes, enemas).



Patrón de eliminación
vesical


Frecuencia y número de micciones diarias.
Cantidad y características de la orina.
Cambios recientes en el patrón habitual.
Molestias o problemas en la micción (disuria, polaquiuria,
tenesmo vesical, nicturia).
Uso de dispositivos de ayuda (absorbentes, colectores, sondaje
vesical).


Dieta

Cambios en la ingestión de alimentos y líquidos.



Dificultades motoras


Capacidad de manipulación de las prendas para desabrocharse
y desvestirse.
Capacidad para desplazarse al cuarto de baño.


Entorno


Factores del entorno que dificultan el acceso al cuarto de
baño (distancia, escalones, alfombras, obstáculos).
Dispositivos de ayuda para el desplazamiento (bastón, andador,
silla de ruedas).
Dispositivos de seguridad (barandillas, inodoro elevado).
Recursos económicos (posibilidades para adquirir ayudas
técnicas y acondicionamiento del hogar).


Capacidad de
autocuidado


Conocimientos, disponibilidad y habilidades del cuidador.


  • Valoración del nivel de actividad diaria:
Es necesario conocer el el impacto del deterioro neuromuscular en la vida del paciente y evaluar su nivel de dependencia.


Patrón de actividad


Actividades que realiza de forma cotidiana


Capacidad funcional











Dependencia para las actividades básicas (ABVD): puntuación
en el índice de Barthel173.
Autónomo: 100 puntos.
Dependencia leve: igual o mayor de 65 puntos.
Dependencia moderada: entre 45 y 65 puntos.
Dependencia grave: menos de 45 puntos.
Dependencia para las actividades instrumentales (AIVD): puntuación
en el índice de Lawton173.


Tolerancia a la actividad


Grado de fatiga que le generan las distintas actividades



Sistema musculoesquelético







Postura y equilibrio
Marcha.
Movilidad de las articulaciones (contracturas, deformidades).
Coordinación de movimientos.
Masa, tono y fuerza musculares.
Movimientos anormales: fasciculaciones (se diferencian
del temblor en que las oscilaciones no son rítmicas).

Estado de la piel



Integridad: irritación, escoriaciones, úlceras por presión
(determinar grado).
Grado de hidratación.

Entorno







Ayudas técnicas que precisa para moverse y realizar
actividades y forma de utilizarlas.
Barreras ambientales que dificultan la movilidad.
Recursos económicos (posibilidades para adquirir ayudas
técnicas y acondicionamiento del hogar).

Capacidad de autocuidado



Conocimientos, disponibilidad y habilidades del cuidador
para ayudar en la movilización y en las tareas de
autocuidado.


Patrón de descanso-
sueño


Número de horas de sueño. Calidad y satisfacción con
el sueño. Rituales para favorecer el sueño. Cambios
recientes en el patrón de sueño.
Uso de fármacos para inducir el sueño.

  • Valoración de la comunicación
Uno de los síntomas más importantes de la ELA es la pérdida de la capacidad de habla como consecuencia de la debilitación de los músculos que intervienen en la fonación. Esta incapacidad de habla puede ser el primer síntoma que ponga de manifiesto la presencia de la enfermedad y se considera uno de los más incapacitantes para el paciente.
En este caso, son los logopedas los encargados de enseñar al paciente técnicas para mejorar el habla y enseñarles el uso de diferentes dispositivos que facilitan la comunicación.


Lenguaje

Tono.
Fluidez.
Articulación.

Capacidad de autocuidado

Conocimientos, disponibilidad y habilidades
del paciente para utilizar métodos alternativos
de comunicación.
Conocimientos, disponibilidad y habilidades del cuidador para favorecer la comunicación.




  • Valoración de la capacidad de autocuidado del paciente

La dependencia  de la persona afectada de ELA  influirá a  la hora de llevar a cabo los cuidados personales de higiene, aseo y vestido. Pese a esto es importante mantener un buen aspecto ya que esto favorece que la persona se sienta mejor, además de que una correcta higiene previene las infecciones y favorece un buen estado de la piel.


Capacidad de autocuidado
del paciente


Nivel de dependencia del paciente para realizar
su aseo personal y vestirse.


Capacidad de cuidado de
la familia


Conocimientos, disponibilidad y habilidades
para ayudar al paciente en la higiene, aseo y
vestido.

Entorno


Barreras ambientales que dificultan la accesibilidad
en el cuarto de baño y el desplazamiento en el hogar.





  • Valoración de la situación  emocional del paciente y la familia.

El diagnóstico de la ELA implica la asunción de limitaciones por parte del enfermo y de la familia. Estas limitaciones suponen la realización de progresivas adaptaciones durante el transcurso de la enfermedad.Esta situación puede generar ansiedad y depresión, no solo en el paciente sino también en la familia o personas encargadas de su cuidado.


Estado emocional



Preocupaciones.
Vivencia de la enfermedad.



Afrontamiento individual


Conocimientos acerca de la enfermedad.
Capacidad y motivación para el autocuidado.
Estrategias que está poniendo en marcha
para adaptarse a la nueva situación.



Afrontamiento familiar


Conocimientos acerca de la enfermedad.
Capacidad y motivación para cuidar al
paciente.
Estrategias de adaptación y cambio de roles en la familia.


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