viernes, 13 de marzo de 2015

Diagnóstico y diagnóstico diferencial

Diagnóstico:

El diagnóstico precoz es difícil de establecer. Pueden pasar de 9-14 meses entre la aparición de los primeros síntomas y el diagnóstico certero. Puede retrasarse por falta de conocimiento de los médicos sobre la enfermedad, la presentación de esta con formas inusuales, la comorbilidad con otras enfermedades o los falsos negativos.

El hecho de que el diagnóstico se realice de forma tardía supone retrasos en la realización de tratamientos tanto farmacológicos como no farmacológicos que aumenten la esperanza  y la calidad de vida del enfermo.

Diagnóstico diferencial:

El diagnóstico clínico de la ELA supone el descarte de otras enfermedades como el latirismo o la neuralgia amiotrófica, enfermedades que presentan síntomas comunes o parecidos a los sufridos por personas con ELA.

Para realizar el diagnóstico diferencial de la ELA es necesario seguir o cumplir al menos gran parte de estos procedimientos:
  1. Pruebas electrodiagnósticas.
  2. Análisis de sangre y orina.
  3. Punción lumbar.
  4. Radiografía.
  5. Mielograma de la columna cervical.
  6. Biopsias, tanto de músculos como de nervios.
  7. Valoración neurológica.

Mielograma de la columna vertical



Punción lumbar




Electrodiagnóstico



Biopsia

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